
Este 2023 se han cumplido 10 años desde que Juego de Tronos, la serie resultó ser un fracaso y acabó cancelada con una única temporada a sus espaldas.
Desarrollada por Michael Hirst junto a Camelot tenía todas las papeletas para ser un éxito cuando vio la luz por vez primera en 2011: por un lado porque se trataba de una nueva versión -y muy diferente- de la leyenda del Rey Arturo, pero también porque contaba con un llamativo elenco y no tenía ningún pudor.
Sin miedo a las escenas de violencia y repleta de secuencias subidas de tono y desnudos, Camelot acabó siendo una serie histórica de fantasía para mayores de 18 que supo promocionarse muy bien en su día y que, de hecho, obtuvo buenas cifras de audiencia en su estreno.

Orgullosos de ofrecer una "versión adulta" del cuento del Rey Arturo y el mago Merlín, al que encarnaba Spartacus: Dioses de la Arena, consciente de que tenían el mismo público como target.
Sin embargo, pese a la convicción de que tenían algo grande entre manos que sería un éxito, la serie no logró cumplir con su promesa de ser fiel a la historia al tiempo que conectaba con audiencias contemporáneas y se limitó a convertirse en lo que muchos describieron como un "placer culpable" de manual. Con una puntuación de un 44% en el portal de críticas de Rotten Tomatoes, la serie ha pasado a la historia como un producto bastante olvidable, del que se ite que era entretenido y morboso, pero que, al mismo tiempo, resultaba bastante "tonto".
Finalmente, tras la emisión de una única temporada de 10 episodios, Camelot fue cancelada. No obstante, en aquel momento no se habló de fracaso: "Debido a desafíos significativos de producción, Starz ha decidido no ejercer su opción para futuras temporadas", informaba la cadena en un comunicado meses después del desenlace de la primera temporada. Entre esos "desafíos significativos", según avanzaba Deadline estarían los problemas de agenda de varios del reparto, liderado por Joseph Fiennes, Jamie Campbell Bower, Eva Green y James Purefoy.
Camelot había sido una de las series más caras de la cadena y, en aquel momento, también de la historia, con un coste de 7 millones por episodio, pero había conseguido convertirse con su debut en la serie más vista del canal. Sin embargo, las audiencias fueron descendiendo a medida que avanzaban los capítulos, razón por la que Starz se habría decantado finalmente por eliminarla de su parrilla por su elevado presupuesto.