Rosamund Pike siempre ha sabido que quería dedicar su vida a las artes. Tenía 16 años cuando tocaba el violonchelo en Trafalgar Square, en Londres, para poder pagar los honorarios de su plaza en la National Youth Theatre. Por aquel entonces también tenía papeles en obras de teatro hasta que Dallas Smith, un agente con el que sigue trabajando a día de hoy, la descubrió y le animó a empujar su carrera.
No fue elegida en ninguna escuela de arte dramático, pero en 2002 fue elegida para un papel que le cambiaría la vida: el de la agente Miranda Frost, de Muere otro día. Y podría no haberlo conseguido, ya que la actriz decidió no hacer caso a lo que le pedían en la sala de audiciones, según ha contado en una entrevista con Harper's Bazaar.
En la audición para Bond, me pidieron que me bajara la cremallera y me quitara el vestido que llevaba puesto, para quedarme ahí parada en ropa interior. Y pensé: 'Bueno, no, lo haré si consigo el papel. Ahora no lo haré'". Así que se negó. "No sé qué me poseyó'
Universal Pictures
Solo tenía 21 años, pero contaba con la seguridad suficiente para saber lo que quería hacer en su carrera. Posiblemente este arrojo fue lo que convenció a los directores de casting y le dieron el papel. Este trabajo fue el primero que le llevó a Estados Unidos y le enseñó un mundo diferente.
"Nunca había estado en Estados Unidos hasta que fui con Bond. La gira de prensa fue alucinante, un viaje en la alfombra mágica. Esa fue la primera vez que desayuné un tazón de frutos rojos. ¿No es curioso? Eso fue lo que realmente me hizo pensar: 'Bueno, esto es diferente", cuenta en dicho medio.
Esa fue una de las primeras veces que se negó a mostrar más de lo necesario. La siguiente vez que tuvo que pelear por ello fue un año después, en la obra Hitchcock Blonde, en Royal Court. Pensó: "Joder, me han dado este papel absolutamente estelar, pero implica desnudez". Pike no se desnudó porque no era necesario para la historia. "Después de matar a su esposo, mi personaje trae su cuerpo y se supone que ella está desnuda. Pedí una bata, que conseguí. Por lo general, he pasado mi carrera estando más vestida de lo que inicialmente estaba en el papel", confiesa.
